El tartar es un plato estrella y está muy de moda en prácticamente todo el mundo, en La Comilona es uno de nuestros platos más demandados. Desde tu restaurante donde comer en nervión, te vamos a dar una serie de consejos para hacer un tartar que haga las delicias de tus comensales. ¡Pásate!
Lo primero es, para aquellos despistados que aún no lo sepan, saber qué es el tartar. Es un tipo de elaboración que recurre a la carne o el pescado en crudo como ingredientes principales. Éstos se sirven picados de manera muy fina, con aderezos y condimentados por lo general.
Originalmente, las primeras referencias de este plato se remontan al a los primeros guerreros tártaros que habitaron Mongolia, que guardaban una bola de carne troceada entre el caballo y la silla de montar. Así la carne alcanzaba una especie de maceración y el jinete podía comer sin desmontar.
Este plato requiere una serie importante de medidas y consejos previos a la elaboración, ya que los alimentos crudos son delicados y pueden llegar a resultar peligrosos para la salud.
El tartar perfecto
Se pueden hacer tanto de carne, el steak tartar, para el que se utiliza el solomillo de ternera; como de pescado, que se vale del salmón o del atún. En este plato sólo se utilizan estos ingredientes, por ello el pescado y la carne debe ser de gran calidad.
Al utilizarse únicamente uno de estos ingredientes, se acompañan de un aderezo importante que suele estar hecho de cebolla picada, mostaza, zumo de limón y en ocasiones yema de huevo.
Consejos :
- Es importante congelar la carne o el pescado al menos dos días antes del consumo, para así evitar posibles problemas con parásitos.
- La mejor forma de picarlo para conservar las propiedades es hacerlo a mano, con un cuchillo muy afilado.
- Para el caso de un steak tartar, es importante elegir un corte magro ya que las grasas de éste son firmes a temperatura ambiente. Esto no sucede con el atún o el salmón, ya que sus grasas se funden perfectamente en la boca.
- Es importante no excederse con el macerado, como máximo 10 min. Si te pasas de tiempo te arriesgas a que se modifique la textura y el sabor de la carne o el pescado.
- Para asegurar una conservación óptima de las propiedades de la materia prima, lo mejor es cortar, marinar y servir al momento.
- No caigas en el error de utilizar todos los condimentos que tengas por casa, ya que el ingrediente principal pierde el protagonismo. Intenta jugar con los contrastes pero sin pasarte.